El diseño de cortinas de agua para piscinas equilibra la ambición estética con la funcionalidad práctica, adaptado para mejorar los espacios recreativos mientras asegura seguridad y durabilidad. El proceso de diseño comienza con un análisis preciso del lugar, considerando las dimensiones de la piscina, la química del agua (pH 7.2-7.6) y la arquitectura circundante. Las cortinas suelen colocarse en los extremos de la piscina o a lo largo de las paredes laterales, manteniendo una distancia mínima de 1.5m de las carriles de natación para evitar obstrucciones. Los cálculos hidráulicos determinan tasas de flujo óptimas (15-30 m³/h) y presiones (8-20 bar) para crear una cortina visualmente impactante sin generar turbulencia excesiva; normalmente se utilizan boquillas de ventilador con ángulos de pulverización de 60° para una cobertura amplia. La selección de materiales prioriza la resistencia al cloro, con acero inoxidable 316 para los accesorios, poliéster recubierto de PVC para cortinas flexibles, y recubrimientos anti algas en superficies sumergidas. Los sistemas de iluminación subacuática cuentan con paneles LED de baja tensión (12V CC) con controles RGB, generalmente incrustados en las paredes de la piscina a intervalos de 0.5m para una iluminación uniforme. La integración acústica incluye altavoces impermeables (IP68) montados detrás de las cortinas para sincronizar música con el movimiento del agua, mientras que los soportes con amortiguadores de vibración previenen la transferencia de ruido a estructuras circundantes. Las características de seguridad superan los estándares de la industria, con componentes eléctricos protegidos por GFCI, pisos antideslizantes con CoF (coeficiente de fricción) ≥0.6, y botones de parada de emergencia a menos de 5m de la cortina. La integración arquitectónica puede incluir diseños de cortinas curvas para complementar piscinas infinitas, o cortinas cascadas que se convierten en cascadas. El cumplimiento con los códigos de construcción locales es crucial, incluyendo cálculos de carga portante (las cortinas pueden ejercer hasta 50kg/m²), requisitos de conexión eléctrica y consideraciones de carga de viento para instalaciones al aire libre. La puesta en servicio posterior a la instalación incluye pruebas de uniformidad de flujo (±3% de variación) y monitoreo de calidad del agua para asegurar un rendimiento a largo plazo.