Las cubiertas aisladas para invierno combinan retención térmica con protección contra residuos para el cierre estacional de piscinas. El diseño de lamas—paneles horizontales de policarbonato o PVC—permite la transmisión parcial de luz mientras bloquea hojas y nieve, con núcleos aislantes (espuma o cámaras de aire) que reducen la pérdida de calor en un 50% a 70%. Las lamas están articuladas o encajadas para formar una superficie retráctil, a menudo motorizada para facilitar su despliegue en invierno. Características clave incluyen materiales estabilizados contra los rayos UV (resistentes al amarilleo por la exposición solar), canales autodesagüables para prevenir la acumulación de agua y barreras térmicas para minimizar la transferencia de calor. Estas cubiertas mantienen la temperatura del agua de la piscina entre 5 y 10°C más alta que las piscinas sin cubrir, reduciendo los costos de recalentamiento en primavera. El cumplimiento de los estándares de seguridad invernal (capacidad de carga ≥300 kg/m²) asegura que soporten cargas de nieve, mientras que los diseños modulares permiten reemplazar sección por sección las lamas dañadas. Ideales para climas fríos, equilibran la eficiencia energética con la protección invernal de la piscina.