Las cubiertas para piscinas impermeables priorizan la protección de barrera, evitando la infiltración de agua y la acumulación de residuos. Hechas de materiales densos como PVC reforzado, vinilo o tejidos de caucho, estas cubiertas cuentan con costuras soldadas y bordes sellados al calor para crear una barrera estanca. La espesor varía entre 0,5 y 2 mm, con calibres más altos que ofrecen mayor resistencia a los pinchazos. Los sistemas de anclaje utilizan correas elásticas, correas con mosquetones o bordes pesados para asegurar la cubierta en su lugar, mientras que las texturas antideslizantes reducen el riesgo de accidentes. Las cubiertas impermeables son ideales para el cierre invernal de piscinas, evitando que la nieve y la lluvia diluyan los productos químicos de la piscina, o para proteger las piscinas durante la construcción. Algunos modelos incluyen canales de drenaje integrados para evitar la acumulación de agua, mientras que los recubrimientos estabilizados contra UV prolongan su vida útil en climas soleados. Aunque no están diseñados típicamente para seguridad (calificaciones de carga de 50 a 100 kg/m²), proporcionan una protección esencial contra el clima para piscinas residenciales y comerciales.