La tecnología de fuentes musicales interactivas combina la participación del usuario con el arte hidráulico, creando experiencias acuáticas responsivas. Los sensores de proximidad (infrarrojos, ultrasónicos) detectan los movimientos de los visitantes, desencadenando efectos de agua como cortinas que se abren o chorros sincronizados, mientras que los paneles táctiles o sistemas de reconocimiento de gestos permiten un control directo de los patrones de agua. Las aplicaciones móviles permiten a los usuarios seleccionar espectáculos preestablecidos, ajustar la altura del agua o incluso componer secuencias personalizadas mediante interfaces de arrastre y soltura. Algoritmos impulsados por IA analizan el comportamiento del usuario para optimizar los patrones de interacción, como intensificar los efectos durante las horas de mayor afluencia. Algunos sistemas integran la realidad aumentada (AR), superponiendo elementos digitales sobre la cortina de agua mediante cámaras de teléfonos inteligentes, mientras que los sistemas de retroalimentación háptica traducen ondas de sonido de baja frecuencia en vibraciones físicas para experiencias táctiles. Las funciones de seguridad incluyen sensores anticolisión y protocolos de parada de emergencia, asegurando que los elementos interactivos cumplan con los estándares de seguridad pública. Ideal para parques infantiles, plazas comerciales o centros culturales, esta tecnología convierte las fuentes pasivas en atracciones dinámicas y participativas.